La tecnología
En un microcosmos como el que se querría crear, en la cual la presencia del hombre está configurada todavía como colaboradora y simbiótica con la naturaleza, no se pueden dejar de tomar en consideración los sistemas que lo convertirán lo más autosuficiente posible desde varios puntos de vista; el primero de todos es el energético, también por el uso de los recursos eventualmente disponibles como el agua, por la que los conceptos de ahorro y reciclaje son palabras clave de una buena estrategia de gestión.
El punto de partida es, de todos modos, la necesidad de optimizar los recursos en uso, cualquiera que estos sean y luego ocuparse de su abastecimiento según los principios en línea con las actuales tendencias de ecosostenibilidad.
Las diferentes estructuras, desde las cabañas hasta los espacios en común, se han pensado como cajas abiertas por varios lados, en la cuales el paso del aire, constante durante todo el día, garantiza la optimización del confort térmico de los ambientes.
En un tipo de clima calido-húmedo o calido-seco, donde las diferencias de temperatura entre día y noche, y entre verano e invierno son muy modestas, no es aplicable la estrategia de la acumulación de aire fresco durante la noche para poder ser reutilizada durante el día, o viceversa, la de recuperar el calor del día para la calefacción nocturna. La única solución posible es la ventilación natural, constante e incentivable mediante la no regularidad en la distribución de las aperturas, además de su disposición en relación a los eventuales flujos de vientos recurrentes.
En línea con tal impostación del confort térmico, se prevén en el interior de los ambientes solo ventiladores de techo para incrementar, cuando sea necesario, el movimiento del aire y no el uso de aire acondicionado, poco integrable en un sistema de viviendas de este tipo.
Este criterio garantiza una disminución en las necesidades energéticas de cada unidad, que desde el punto de vista de la tecnología más avanzada serán dotadas solo de la conexión sin cables a Internet, de naturaleza propia bastante discreta.
Por lo que concierne a la producción de energía eléctrica, en grado de sufragar las necesidades de las cabañas y de las áreas en común, además de los sistemas mínimos de iluminación nocturna, es sustentada mediante un pequeño parque fotovoltaico, en correspondencia de las áreas destinadas a las plantaciones de fruta, o bien con el uso de células fotovoltaicas de película fina aplicadas en las cubiertas de los diferentes ambientes. Durante la fase de realización será necesario valorar la posibilidad de aplicar un sistema intensivo, el parque fotovoltaico, o el extensivo, la película de células fotovoltaicas.
Por lo que se refiere a los recursos hídricos, el esquema funcional y de gestión está más articulado y estructurado. Al lado de la realización del pozo, lejos de la línea de la costa, para el abastecimiento del agua dulce, es necesario preparar una serie de pequeñas estructuras que consientan un ahorro adecuado en el uso de duchas y grifos, como el uso de difusores para la creación de mezclas de aire y agua que permiten la disminución del consumo hídrico sin renunciar a las comodidades, o bien los limitadores de flujo conectados a la presión disponible, o sistemas de desagües con calibración de la cantidad de agua en base a la verdadera necesidad y de inserción, en las áreas en común, sistemas de suministro temporizados.
Otro sistema de fundación para la gestión hídrica, es la realización de una instalación de fitodepuración que permita el reciclaje de las aguas de desagües y de las meteorológicas acumuladas en cisternas enterradas adecuadamente. La depuración de las aguas residuales a través de una instalación no tradicional, es apropiada especialmente en estructuras de tipo turístico porque permite afrontar la producción de desagües variables cuantitativamente durante todo el año, al contrario de los sistemas convencionales de vaciado que no consiguen afrontar las necesarias eficiencias depurativas, en régimen de uso de este tipo, con bastantes problemas de malos olores y gestión de residuos.
La fitodepuración, además de necesitar una manutención limitada y no especializada, realizable directamente de quien se ocupa de la estructura turística, se adhiere bien con la necesidad de salvaguardar el gran valor de la naturaleza del área, ya que está completamente privada de impacto. El tratamiento de los residuos mediante la acción de plantas adecuadas para la eliminación de contaminantes y de las cargas bacteriológicas presentes en estos, consiente la obtención de aguas reutilizables para el riego, además de los desagües sanitarios, consintiendo un innegable ahorro hídrico.